Habitualmente escuchamos que en la revolución de Mayo el pueblo se levantó. Pero Hugo Wast, con sentido común, argumenta
"Es que la Revolución de Mayo no la hizo el pueblo, la hicieron los Comandantes de los cuerpos militares, con un grupo de eclesiásticos y de civiles , que venían conspirando secretamente. El pueblo -lo que ahora llamamos pueblo-, no tuvo intervención en ello: ni conocía el complot, ni convenía que lo conociera. El pueblo nunca es motor, sino movido y siempre marcha disgregado, buscando instintivamente la gran personalidad que lo guíe...” (…) (Año X).
En segundo lugar desmiente que la revolución de Mayo pueda identificarse con la revolución Francesa, y mucho menos con sus ideales, que no estarían presentes en nuestros orígenes. También hay una breve mención al supuesto protagonista de la revolución: Mariano Moreno
(…) “La Revolución argentina no es una jamona sin hogar, venida a nuestras playas desde las orillas del Sena, despechugada y ronca, embadurnadas las mejillas con la hez del vino de los «bistrots» parisienses, empuñando con la mano izquierda el “Contrato Social”, y empujando con la derecha el carretón de la guillotina.
Nuestra Revolución es una hermosa y valiente muchacha, hija legítima de familia hidalga, nacida aquí mismo, en las orillas del Plata y que apareció por primera vez en las calles de Buenos Aires, con los cabellos adornados de diamelas criollas, empujando un cañón para tirar sobre los herejes invasores; y más tarde, en la Plaza de la Victoria, blandiendo la espada que le entrega Saavedra, de dulce y pulido acero toledano, arma que en su mano parecía una joya, y que los historiadores han pretendido arrebatarle, ofreciéndole en cambio una traducción marchita del libro de Rousseau hecha por Mariano Moreno.” ¡No! La Revolución de Mayo es netamente argentina y nada tiene que ver con la Revolución Francesa , y es indigno de historiadores criollos buscar agua en el Sena, para bautizarla cuando la tienen a mano y más abundante en el Río de la Plata"
Con éste artículo queremos invitar a repensar, con Hugo Wast, sobre la verdad de éste hecho histórico, y sobre cuáles han sido los ideales y los verdaderos protagonistas que nos dieron como herencia la Patria